La EMS (Estimulación Eléctrica Neuromuscular) se utiliza con éxito en la rehabilitación y como complemento del entrenamiento deportivo a todos los niveles.
El objetivo de la estimulación muscular eléctrica es producir contracciones o vibraciones en los músculos.
La actividad muscular normal es controlada por los sistemas nerviosos central y periférico que transmiten señales electricas a los músculos. La EMS utiliza una fuente externa con electrodos colocados en la piel para la transmisión de impulsos eléctricos a los músculos, estos impulsos estimulan los nervios para enviar señales a un músculo específico que reacciona contrayéndose de la misma forma que la actividad muscular normal.
La EMS es adecuada para todos los músculos del cuerpo. Puede utilizarse para reforzar músculos debilitados por cirugía, fractura y reforzar la movilidad. Es también un instrumento excelente para la rehabilitación en casos de apoplejía, para ayudar a los pacientes a entrenar el agarre con las manos y la marcha.
Indicaciones para la EMS:
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Previene o retrasa la atrofia de los músculos inactivos.
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Relaja los espasmos musculares.
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Aumenta la circulación sanguínea.
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Aumenta la capacidad musculares (fuerza y resistencia).
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Reeduca los músculos para el movimiento.
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Previene trombosis venosas.