Se conoce como T.E.N.S a la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea, la cual proporciona buenos resultados en casos de dolor agudo y crónico de muchos tipos:
1. Dolores de origen neurológico:
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Polineuropatías sensitivas.
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Lesiones traumáticas del nervio periférico.
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Síndromes compresivos de nervio periférico.
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Dolor por desaferenciación (amputados, miembro fantasma).
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Dolor radicular (lumbociática, neuralgia cérvico-braquial).
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Dolor dental.
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Cefalea.
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Neuritis intercostal y neuralgia post-herpética.
2. Dolores de origen músculo-esquelético:
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Artritis Reumatoide y otras artritis.
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Patología de partes blandas.
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Dolor vertebral (cervicalgia, lumbalgia).
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Síndromes miofasciales.
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Fracturas y secuelas de las mismas.
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Lesiones deportivas menores.
3. Dolor postquirúrgico:
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Toracotomía.
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Cirugía ortopédica (prótesis articulares, operaciones de columna).
TENS de alta frecuencia activa los mecanismos inhibidores del dolor del sistema nervioso. Los impulsos eléctricos de los electrodos estimulan los nervios para bloquear las señales de dolor al cerebro y así el dolor no es percibido.
TENS de baja frecuencia estimula la liberación de endorfinas, la sustancia de alivio de dolor del propio cuerpo.
Es un método de tratamiento seguro y al contrario de lo que ocurre con los fármacos y otros métodos de alivio del dolor, no tiene efectos secundarios.