

La ultrasonoterapia o terapia ultrasónica es una disciplina que se engloba dentro de la fisioterapia, y consiste en el arte y la ciencia del tratamiento de lesiones y enfermedades mediante la aplicación de ondas de ultrasonido.
Los actuales equipos de ultrasonoterapia (producto sanitario) consiguen la emisión de ondas ultrasónicas mediante efecto piezoeléctrico por un cristal de cuarzo en el cabezal emisor.
Los efectos terapéuticos de la emisión de ondas de ultrasonido en el tejido humano vivo son dos fundamentalmente: uno térmico o mecánico y otro químico. Para la regeneración tisular, el haz ultrasónico provoca un efecto de cavitación que aumenta la permeabilidad de la membrana celular así como precipita la degranulación de los macrocitos y la liberación de histamina para, de una manera controlada, iniciar la respuesta inflamatoria previa a toda regeneración fibroblástica.
La ultrasonoterapia, en sus modalidades de pulsada o continua, se aplica en procesos inflamatorios, lesiones del músculo y el tendón y otras como la algodistrofia simpático-refleja.
También existe la posibilidad de combinarla con las distintas modalidades de electroterapia y debe ser aplicada por un fisioterapeuta.
Las patologías más frecuentes tratadas por ultrasonidos son las que afectan al aparato oseo-muscular y tendinoso y, especialmente, están indicados para el tratamiento de periostitis, tendinitis, artrosis y contracturas musculares.
Por otra parte, gracias a su efecto antálgico, fibrolítico y descontracturante está reconocida actualmente la validez de los ultrasonidos para el tratamiento de las alteraciones reumatológicas extra-articulares como la periartritis escapulo-humeral, la epicondilitis de codo y otras patologías.
Indicaciones de los ultrasonidos:
1. Trastornos del tejido óseo, articulaciones y músculos:
-
Anomalías postraumáticas (contusiones, distensiones, luxaciones y fracturas)
-
Artrosis y artritis crónicas.
-
Hipertonías musculares reflejas.
-
Bursitis, capsulitis y tendinitis.
2. Trastornos de los nervios periféricos:
-
Neuropatías por atrapamientos.
-
Dolor fantasma.
3. Trastornos de la circulación:
-
Enfermedad de Raynaud.
-
Distrofia de Sudeck.
-
Edema.
4. Anomalías de la piel:
-
Tejido cicatricial (quirúrgico o traumático).
-
Enfermedad de Dupuytren.
5. Heridas abiertas:
-
Úlceras por presión (UPP).